Antes de expresar mi opinión abiertamente sobre el nivel educacional en CyL me gustaría remarcar la enorme diferencia que existe en las distintas autonomías y lugares del mundo. Siendo tan diferentes me parece que es prácticamente imposible pensar que los informes PISA o similares pueden conseguir saber de manera objetiva los distintos niveles. Desde el momento en que alguien elige un par de alumnos a dedo o en el mejor de los casos de manera aleatoria, es tan sumamente diferente que instituto se elija (Por ejemplo en Valladolid si cogen el IES Leopoldo Cano se conseguirán resultados poco coincidentes con un colegio como el IES Parquesol) Siendo tan sumamente diversos dentro de una sola localidad el hacer selecciones arbitrarias puede modificar mucho el nivel de estos informes. A demás, en algunos institutos es sabido que los profesores "ayudan" a los alumnos en los test.
Tanto es así que con la misma ley educativa y sin ninguna diferencia aparente se pueden observar fluctuaciones en los valores obtenidos en ciertos años a nivel estatal. No lo veo demasiado fiable.
Dicho esto, viendo otros blogs, y hablando con ciertos compañeros pude observar la gran importancia de la sociedad castellana, sus valores. Son una gente (Soy madrileño) dura, que sabe lo que es el trabajo (hace unos años todo castellano era campesino, se me ocurren pocos trabajos más duros; bueno, sí, minero, que en León está lleno) ese trabajo personal, ese esfuerzo... Sin duda la razón principal para la calidad en estos test (con las limitaciones antes citadas).
Mi abuelo es de Segovia, de un pueblo llamado Ituero, cerca de Villacastín. Sigue contándome como con 8 años ya trabajaba arando tierras con el burro, y como a los 15 años se fue a Madrid, con una mano delante y una detrás, por orgullo, no quería vivir de sus padres, pensaba en una vida mejor. Lo consiguió después de estar 20 años trabajando día y noche en el Hotel Nacional (por un duro al día, 14 horas de trabajo) repartiendo bollos, y después haciéndolos hasta que abrió su pastelería (y se forró).
Mi otra abuela, de León, con 14 años se fue desde un pueblo orilla del Porma, a Madrid. A coger los puntos de las medias. Me cuenta como tuvo que traerse gente del pueblo para que la ayudasen por que no daba a basto y en la capital poca gente sabía coger los puntos y hacer remiendos.
Creo que con estos ejemplos verídicos se puede observar ese tesón y esfuerzo castellano que se transmite entre generaciones el que hace que la educación en esta comunidad sea tan fuerte. Sin embargo me temo que estos valores empiezan a desaparecer. Dando clases particulares he podido observar como la sociedad empieza a regirse por la ley del mínimo esfuerzo, como hay padres que dejan de inculcar el esfuerzo.
Solo espero que la educación siga mejorando y que los valores antes mencionados no desaparezcan en las generaciones venideras. Ya que con ellos, ¡llegaremos más lejos!
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